Realizar el mantenimiento de un cuadro eléctrico significa en primer lugar intervenir en él para mantenerlo en un estado seguro y eficiente para evitar posibles averías.
El mantenimiento puede ser ordinario o extraordinario.
Lo ordinario está previsto para excluir ineficiencias y limitar el deterioro del cuadro eléctrico, mientras que lo extraordinario se realiza a raíz de una avería o por una intervención que va más allá del mantenimiento ordinario, como la ejecución de obras de restauración en general, así como modificaciones y mejoras de planta.
Principales actividades de mantenimiento ordinario:
- Verificación de la integridad del cuadro y sus componentes principales
- Comprobación del funcionamiento mecánico de equipos como disyuntores y seccionadores
- Control de borneros, conexiones y de los pares de apriete de los distintos tornillos
- Examen del sistema de puesta a tierra y las plantas de seguridad
- Actividades de limpieza generales, a menudo subestimadas pero de gran importancia para el funcionamiento regular y constante a lo largo del tiempo
Principales actividades de mantenimiento extraordinario:
- Identificación de la avería y su eliminación
- Inspección de las barras y partes de aislamiento
- Reemplazos de equipos dañados
- Desconexión del usuario afectado para comprobar la resistencia de aislamiento y rigidez dieléctrica y restablecimiento de la conexión inicial
Es fundamental la organización de un plan de actividades, elaborado por el gerente de planta en base a la información proporcionada por el panelista. Este último se encarga de recopilar la documentación de los fabricantes de los equipos e integrarla con lo que está dentro de su competencia.
El personal asignado a esta tarea debe estar calificado, es decir, debe ser un experto en el campo eléctrico.
Aquí un desglose de los principales operadores que intervienen en los cuadros eléctricos: